Proveer una experiencia al visitante diferenciada y memorable, es clave para todo proyecto turístico. A partir de ahí la interpretación ambiental y la planificación interpretativa apoyan al diseño y la creación de mensajes, experiencias, contenidos y capacitación del personal.
La calidad de vida de los habitantes y su relación con su entorno está ligada a la planificación territorial, a los proyectos y actividades implementadas por los gobiernos locales. A través de la gestión del territorio, la interpretación y la educación ambientales, se puede fomentar el sentido de pertenencia, generar espacios recreativos y de aprendizaje para promover buenas prácticas e influir en la salud del cantón.
La interrelación entre la conservación y el manejo de visitantes es el reto principal para resolver por un área protegida. A través de la planificación de uso público, zonificación, e Interpretación Ambiental, se puede planificar de manera sistémica para que los visitantes se conviertan en aliados a la conservación y las interacciones con el espacio natural fomenten en ellos un sentido de pertenencia que les motive a proteger el ecosistema.
Incluir la variable ambiental al inicio del ciclo del proyecto como insumo a la planificación, ayuda a tener una visión sistémica del sitio. Además, hace más eficiente la gestión del recurso financiero, trabajando con la naturaleza como una aliada para el proyecto. El tener líneas base del ecosistema, comprender la conectividad biológica del sitio y los escenarios de cambio climático ayudan a que el proyecto sea resiliente a largo plazo.
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